La antigua Conservera Parma de Limache, ícono del desarrollo industrial de la comuna, se transforma hoy en un símbolo de memoria y derechos humanos. Originalmente dedicada a la producción de conservas, principalmente de tomate, durante el gobierno de la Unidad Popular luego de una extensa huelga por decisión de sus trabajadores solicitaron al Estado ser incluidos en la lista de industrias del Área de Propiedad Social, iniciando el proceso de control administrativo de la industria el 20 de julio de 1972. Las instalaciones fueron intervenidas por agentes de la Armada de Chile y utilizadas como centro de detención y tortura tras el golpe de Estado de 1973, dejando una huella imborrable en la historia reciente de la ciudad.

Casi medio siglo después, y tras su demolición ilegal en junio de 2020 por parte del propietario del terreno —apenas días después de una actividad conmemorativa por el Día del Patrimonio—, el sitio avanza en su proceso de reconocimiento oficial por parte del Estado de Chile. Actualmente, postula a ser declarado Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico, con valores y tributos de Sitio de Memoria, como homenaje a las víctimas de la represión política y como compromiso con la verdad, la justicia, memoria histórica, reparación y condiciones de no repetición.

Este proceso ha sido liderado por la Comisión de Derechos Humanos de Limache, organización presidida por Iván Arellano y Anita González, que ha trabajado con firmeza y perseverancia en la recuperación de este espacio significativo para la comuna. Organización que incansablemente desarrolla actividades en defensa y promoción de los derechos humanos y desde hace años han solicitado a las autoridades comunales acompañarlos en el diseño y postulación de un Memorial en recuerdo de las víctimas de la dictadura civil militar de Limache, crímenes perpetrados contra los trabajadores: Jaime Aldoney Vargas, Jorge Eduardo Villarroel Vilches y  Carlos Antonio Vargas Arancibia, detenidos desaparecidos. Julio Arturo Loo Pardo y el profesor e interventor general de la Industria Conservera Parma, Oscar Amando Farías Urzúa, ejecutados políticos.

En la actualidad, la Comisión de Derechos Humanos de Limache ante la negativa de poder contar con un memorial y las sistemáticas acciones de negacionismo y borramiento de la memoria  en el  área verde frente la fábrica ha denominado el lugar con el nombre de Oscar Farías Urzúa, un espacio público de memoria.

Gracias al financiamiento del Programa Social Sitios de Memoria del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, la Comisión elaboró y presentó el expediente técnico de postulación, contando con el apoyo de un equipo interdisciplinario compuesto por el investigador y profesor Mauricio González Pinto, la arquitecta Lorena Larraín Saffa, la trabajadora social Verónica González Nazar y la periodista Aulikki Pollak Parada.

Cabe destacar que este proyecto fue uno de solo dos seleccionados a nivel nacional, junto al de la Ex Cárcel de Concepción (Chacabuco 70), en la Región del Biobío.

“El proyecto, largamente esperado por familiares y amigos de ejecutados políticos y detenidos desaparecidos de la comuna, incluyó un proceso participativo y de investigación interdisciplinaria que rescató testimonios de trabajadoras, trabajadores y habitantes de la ciudad, a través entrevistas, observaciones de campo, recopilación de documentos históricos, antecedentes de la propiedad y talleres comunitarios denominados Trueque de Recuerdos, explicó Mauricio González, responsable del proyecto y quien ha realizado una vasta investigación en temas de memoria y Derechos Humanos como el libro sobre “Memorias de los pobladores y trabajadores de la Ex Fábrica CCU de Limache” publicado el 2024.

Las actividades de vinculación comunitaria, lideradas por Verónica González, fueron fundamentales para reconstruir colectivamente la memoria del lugar, con la activa participación de vecinas, vecinos y ex trabajadores, en coordinación con la Comisión de Derechos Humanos.

El expediente técnico, elaborado con rigor patrimonial y sensibilidad social, incluye un análisis profundo del valor simbólico y cultural tanto de la Ex Conservera Parma como de la Plaza Óscar Farías Urzúa, espacio verde contiguo a la antigua fábrica. El trabajo integró investigación histórica, levantamiento de antecedentes de propiedad, talleres patrimoniales y la reconstrucción colaborativa de la planimetría del recinto, realizada por la arquitecta Lorena Larraín.

Por su parte, Aulikki Pollak estuvo a cargo de la estrategia comunicacional del proyecto, labor clave para visibilizar esta causa tanto a nivel local como nacional.

“La entrega de la propuesta de  expediente de postulación, junto a los informes técnicos y financieros, marca el cierre de una etapa fundamental en el proceso de reparación simbólica para Limache. Esperamos que en los próximos meses se concrete la declaratoria oficial, como un acto de justicia con quienes sufrieron en ese lugar y como un paso hacia la consolidación de una memoria histórica activa y comprometida”, dijo Mauricio González.

Para Iván Arellano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Limache, el trabajo colaborativo con el equipo de investigación ha significado un avance fundamental para el reconocimiento histórico de la ex Conservera Parma como sitio de memoria. “Un anhelo de muchos, para nuestra ciudad, como es el logro de un sitio de memoria en una industria emblemática como la Conservera Parma, es algo que nos tiene contentos y con gran expectativa de lo que pueda resultar”, señaló. Enfatizó además la relevancia de este lugar en tanto permite visibilizar las violaciones a los derechos humanos cometidas en Limache durante la dictadura, actos que marcaron profundamente a sobrevivientes, familias y a la comunidad local. “Este sitio de memoria tiene el deber de recordarnos que estos hechos nunca más deben ocurrir. En este espacio se torturó, se violó y se asesinó a trabajadores”, afirmó. Ante la falta de acciones institucionales, la Comisión ha impulsado una serie de gestos de memoria en un terreno frente a la ex industria, al que han denominado Plaza Óscar Farías, en homenaje al interventor asesinado, y donde cada 11 de mes realizan actos conmemorativos. “Todas nuestras acciones se destinan a la defensa de los derechos humanos y a la siempre necesaria Memoria, de la cual estamos comprometidos por una convicción ética y humana”, concluyó Arellano.

RESIDENCIAS DE LA MEMORIA

Cabe recordar que en la comuna ya se ha desarrollado un proyecto significativo de recuperación de la memoria histórica, inspirado en experiencias internacionales como el proyecto alemán Stolpersteine. En el año 2017, esta iniciativa fue impulsada por la trabajadora social Verónica González Nazar y por Waldo García (Q.E.P.D.), destacado defensor de los derechos humanos con una profunda trayectoria en la región y estrecho vínculo con Limache. Ambos participaron en el proyecto Residencias de la Memoria, desarrollado por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos junto al World University Service de Alemania. Si bien no se trata de un reconocimiento oficial del Estado, esta acción simbólica permitió instalar placas conmemorativas en las veredas frente a los domicilios donde fueron vistos por última vez los detenidos desaparecidos Jaime Aldoney Vargas, Arturo Loo Prado, Carlos Vargas Arancibia y Jorge Villarroel Vilches, así como el ejecutado político Óscar Farías Urzúa, cuyo nombre da origen a la plaza -en el área verde contigua a la ex industria – que hoy también postula a ser declarada Monumento Histórico.